Ese día decidí seguir todo el recorrido de la manifestación y vivirlo en directo.
Lo primero que me llamo la atención fue la gran cantidad de furgones policiales que iban en la cola de la manifestación con un solo hombre en cada una: el conductor. Un gran despliegue posiblemente con el fin de intimidar o crear alarma y dar una sensacion de peligro, conflicto o yo que se pero una autentica fantochada. Curiosamente ahora que parece que l@s manifestantes parecen haber aprendido que la quema y destrucción de mobiliario urbano les quita razón a la hora de hacer llegar sus reivindicaciones. Durante todo el recorrido en el que fui acompañando la manifestación no se quemo un sólo contenedor ni se rompió nada, tampoco llovieron piedras ni tornillos.
L@s manifestantes más bien se limitaron a cansar a los policías haciéndolos caminar de un lado para otro. Hacia un calor húmedo y pegajoso, para l@smanifestantes ligeros de ropa un paseo, para los policías dentro de sus armaduras y con todos los kilos de equipo que tienen que cargar un calvario, más si tenemos en cuenta que vienen de Zamora y Valladolid donde el calor es seco. La manifestación recorría las calles en una dirección y de repente sin previo aviso cambiaban de sentido o daban marcha atrás, subir, bajar, avanzar y retroceder a capricho. Pude ver algunos policías completamente derrotados por la caminata y el calor, alguno incluso llego a quitarse el casco reglamentario mostrando una cara sudorosa con gesto de sufrimiento. Una forma de lucha sin violencia usando en favor la climatología.
Bajando la Gran Vía hubo un momento tenso cuando unos agentes sin aparente causa golpearon a brutalmente a un chaval y luego intentaron quitar las cámaras a periodistas y manifestantes que grabaron el momento de su injustificada actuación. Hubo un tira y afloja pero el acto claramente provocador no termino en batalla campal, que quizás era lo que se esperaba que sucediera.
Pasado ese momento siguió pacíficamente la marcha bajando por Urzaiz hacia la Plaza de la Estrella para continuar hasta el astillero de barreras donde se celebro una asamblea como ya es tradicional. Después en grupos cada uno regreso hacia su casa.
Gran asistencia a la manifestación.
Una de las maniobras de cambio de sentido en las proximidades del ayuntamiento.
Momento de tensión en la Gran Vía.
El despliegue de furgones excesivo y totalmente innecesario.
Vista de la subida al monte del Castro.
Hacia la Plaza del Rey.
En la Plaza de España.
Asamblea en la Plaza del Rey.
Calle Venezuela.
Furgones vacíos y policías a píe insuficientes para llenarlos todos. Irónico.
Las calles de la ciudad tomadas por furgones policiales ocupados sólo por los conductores, tal vez con la intención de crear pánico en los transeúntes o sensacion de seguridad y control de la situación ????¿¿¿¿¿
Barricada delante del astillero de Barreras antes de la asamblea.
Interior del astillero.
Una ironía más si cabe, observar el nombre de la calle.
Cruzando el túnel de Beiramar.
Esto es de película.
1 comentario:
A estas alturas estoy aburrido de conflictos y huelgas. Toda mi vida laboral a estado ligada al convenio del metal de Pontevedra,y ahora, viendo estas imágenes, se me ocurren algunas consideraciones:
Para empezar,es frustrante comprobar cómo tanta lucha sólo sirve para ver que las cacicadas y la mala gestión siguen a la orden del día en mayor o menor medida ( sin propósito de enmienda), tanto en el naval como en los demás sectores de producción, desde multinacionales con convenio propio a los pequeños talleres que incumplen sistemáticamente todos los protocolos de prevención, contratación, etc.
En segundo lugar, es triste predecir que en el próximo conflicto habrá más policias que manifestantes. Por fin algunos ( espero que los menos) uniformados verán su sueño de aplicar tratamientos de caricias "inusualmente efusivas" de forma más individualizada . Y no me extrañaría que alguno esté contando los días que faltan para eso. Sólo espero que tomen en consideración el hecho de que me manifesté en protesta por la reducción del 5% en sus sueldos de funcionarios pagados con mis impuestos.
Tercero y no menos importante. La desunión sindical, abanderada -desde mi punto de vista- por el sindicato nacionalista con su visión redentora y dogmática de la manera de solucionar los problemas del colectivo de trabajadores. Esta actitud de " o conmigo o contra mí" me produce un hastío de proporciones bíblicas.No quiero un "mesías" para conducir al rebaño,necesito gente preparada para negociar y que se implique, pero dejando a un lado las luchas por una cuota de poder (resultado elecciones Xunta 01/03/2009 ) con demostraciones de fuerza que, dada la situación económica que se venía encima, nada bueno podían traer.
Supongo que debería citar más detalles, como los trabajadores que hacen horas extras para parar un barco mientras otros no pueden acceder al mercado de trabajo, los políticos que no se enteran de que va la película, o los banqueros y su complejo de Gollum. Pero ya estoy muy aburrido, muy aburrido...
Publicar un comentario